Fabrizio
—¿Mi sangre?— Alaric se levanta de su silla rápidamente. Estamos en posición de defensa, excepto Valerius, que parece tranquilo, como si leyera el periódico matutino.
—Su sangre, prometer una revisión de los territorios y…—
—¿Para qué quiere alimentarse de su sangre? —pregunta Amelia.
—No l