Parte 2...
El hermano llegó a mostrarle dos veces a personas que la seguían cuando estaba en la universidad. Se mantuvo a distancia y las grabó con su teléfono móvil. Eran realmente personas enviadas para seguir cada uno de sus movimientos.
Esto fue muy malo y estresante. Comenzó a tener miedo de salir a la calle. Incluso algunas personas comenzaron a cerrarle las puertas, como si también fuera culpable. Le decían cosas desagradables y, a veces, incluso la echaban.
Llegaba a casa estresada y nerviosa, se encerraba en su habitación y empezaba a llorar. Quería el apoyo de su madre, pero ella solo pensaba en sí misma y en la vergüenza de tener su nombre manchado.
Se quejaba de que los conocidos y amigos hablarían mal de ella. Ni siquiera le importó que su esposo estuviera en prisión. Los hijos quedaron en tercer lugar. Primero y segundo lugar era ella misma.
Lo peor ocurrió cuando su madre se suicidó. Parecían moscas revoloteando alrededor de ella y sus hermanos, haciendo preguntas