Hallie
Abandonamos la motocicleta a unas manzanas de la dirección que obtuvimos. El resto del camino lo hicimos a pie. No me cabe duda de que Bakhet no tardará en empezar a buscarme.
—Debemos darnos prisa—digo.
Llegamos a la dirección. El edificio abandonado se alzaba ante nosotros imponente, oscuro y tenebroso. El revoque caía de las paredes, las puertas estaban bloqueadas con tablones de madera y la maleza