Llegue a mi habitación designada entre al baño y llore amargamente por un buen tiempo, salí del largo baño con mis energías totalmente drenadas, sin darme cuenta estaba amaneciendo, me pare en la ventana francesa que había en el cuarto mirando nacer el nuevo día. Me reí de mi mismo con ironía ¿En verdad pensaste que esa mujer iba a preferirte a ti? ¡Qué tonto eres Agustin Conrado! Eran las cinco de la mañana, me disponía a dormir, quería olvidar todo por un momento, olvidarme que por un momento quise creer en el amor y baje mi guardia.
No pude dormir ni un segundo desde que Agus abandono la habitación, mi mente funciona al cien por ciento, me devané los sesos reflexionando en quien puso haber tomado esas fotos. Era alguien muy vicioso, ya que el ángulo en que fue tomada daba a notar como si las dos personas compartieran un beso íntimo.
Sabía muy bien de quien se trataba el chico y nunca pase más de dos palabras con el, a pesar de que quisieron metérmelo hasta por los ojos.Caí en cuent