—Me siento tan honrada de conocerlo, señor Reyes, y es un gesto tan sincero de Adrián el presentarnos —expresó Renata.

Raquel y Adrián visitaron a Renata en el hospital por la tarde, y Alberto los acompañó.

—Es un placer conocer a la madre de la mujer que ha capturado el corazón de mi nieto. —Alberto se rio, diciendo—. Debe saber que Adrián es muy exigente, así que Raquel debe ser una chica especial.

Alberto y Renata conversaban en la mesa del comedor de la habitación del hospital, mientras Raquel se encontraba sentaba frente a ellos con Adrián.

—Oh, Raquel siempre ha sido especial —sonrió Renata mientras hablaba, mirando a Raquel y Adrián—. Pero Adrián es muy amable.

—Lo es. Mi nieto es terco, pero amable —reconoció Alberto—. Sabe, en algún momento me preocupé pensando que tal vez se quedaría soltero toda su vida. He estado presionándolo para que forme una familia desde hace algún tiempo, así que me alegra que haya conocido a Raquel.

Alberto señaló a Adrián y dijo. —¡Como puede ver, m