Así los gemelos junto con sus esposas se dirigen hacia la playa para disfrutar del día, mientras que en Roma, Aryana se dirige a buscar al primer ministro, todo para decirle que su hija no le conviene a Leonardo, y si eso no funciona usará sus encantos para seducir al hombre que dirige al país…

-Bien, espero que haberla hecho esperar no le fuera tan molesto

-Para nada primer ministro – dando una sonrisa, sé que sus deberes de ministro son exigentes y debe estar muy ocupado

-Cuánta razón tiene señorita De Luca – bebiendo su vaso de ron – así que ¿Qué desea?

-Convenza a su hija de que se divorcie de Leonardo – Alessandro levanta una ceja

-Y ¿Por qué haría eso? Mi hija…

-Su hija no es digna de ser Madame Rossi…

- ¿Y usted sí? – Aryana queda en shock – tengo entendido que en esa familia valoran que la dama que vaya a ser Madame Rossi sea uno virgen, dos de buena familia y tres una mujer decente – Aryana apenas mira al hombre – así que dime ¿cumples con los requisitos?

-¡¿Y esa maldita sí?