Esta vez se han pasado. Ahora las fotos no son solo mías, sino fotos de cuando he salido con los chicos, o de cuando voy con Alfredo. Con leyendas del tipo “¿Lástima, obligación o manipulación? La verdad sobre el grupo social de Cass” “El grupo de ¿Suicidas?”
Y ahora no soy la única a la que sacan a final de clase para charlar. Veo salir a Luna, y si me asomo por la ventana, veo que hablan con los otros dos chicos.
Pueden meterse conmigo lo que quieran, pero no con ellos. Esta sí la pagarán.
Al llegar a la casa, veo a mis padres muy felices. Quiero contarles lo que pasó en la escuela y pedirles ayuda, sin embargo, no quiero arruinarles su buena noticia
Esperan la hora de la comida para compartirnos que mamá ha hecho la denuncia. Que comenzó el domingo por la tarde, pero que no quería decirnos hasta que se la validaran.
“Alguien se está vengando porque creyeron que tu madre nunca hablaría”
Ese pensamiento llega
vaya que se armó