Uhg, ¿Por qué tenía que saltarme las clases ayer? Ahora tengo que ponerme al corriente hoy, para poder entregar todo el lunes, y me choca hacer eso. Nunca suelo atrasarme, no me gusta, pero, al menos pudimos arreglar las cosas.
Me alegra que Luna tenga una bonita letra y que tome muy bien los apuntes, porque de otra forma, estaría perdida. ¿De qué sirven las mejores amigas si no te ayudan a pasar el semestre? Okey, no, solo bromeando, porque cada persona debe ser responsable de lo que hace, y es por ello que hoy es día de trabajos.
Al concluir con mis actividades, guardo mis cosas y reviso mi celular. Tengo un montón de mensajes sin leer, pero uno en especial me llama la atención, el remitente se trata de un número desconocido, y el contenido no es nada amable: “no creas que no te v, p*rra, te juro que, si no lo dejas en paz, tú y tu noviecito tendrán muchos problemas”.
Me preocupa; mi número no lo tienen más que la familia