— Me voy a la capital — dije mientras organizaba mis cosas.
— ¿Qué? ¿A esta hora? — Saulo me reprendía.
— No puedo perder más tiempo, Saulo, Aurora podría estar pasando necesidades — mi preocupación era toda para ella en ese momento.
— Lo sé, amigo, pero descansa hoy, el día ya fue demasiado largo.