— Mateo y yo nos llevamos muy bien —respondió. No estaba mintiendo sobre la relación que tenía con Mateo, pero tampoco confirmaba que estuvieran saliendo. Al menos eso era lo que pensaba.
— Espero que las cosas estén mejor entre ustedes dos que entre Ethan y yo.
— No te preocupes, Eva. Pronto todo estará bien entre ustedes dos.
Al terminar la conversación, Sofía fue a casa a hacer las maletas. Como el clima en Japón estaba frío, se aseguró de poner en la maleta la ropa más adecuada para la ocasión.
— Ya llegué —anunció Kate, abriendo la puerta de su apartamento.
— Justo a tiempo, acabo de preparar la cena —respondió Sofía desde la cocina.
— Estoy muerta de hambre —tiró su bolso en el sofá y se dirigió a la cocina, sentándose en la mesa.
— No te preocupes, yo sirvo la comida.
— ¿No deberías estar descansando? Vas a viajar en unas horas, ¿no es así?
— Descanso en el avión. — Sofía le ofreció un plato de verduras a Kate.
— ¿Y se puede hacer eso? — preguntó, dando la primera cucharada. — N