Capítulo 54.
El tiempo corre de forma incesante y las gemelas se mantenían en completo silencio aumentando la tensión en Alena. Hasta que finalmente Varya responde.
—Lo haremos…— Una sonrisa se cuela por sus labios— El honor de conocer a Alfa Randolf vale el riesgo…
La Luna suelta el aire de forma discreta y asiente con la cabeza para continuar…
— En este punto les voy a solicitar que me ayuden a identificarlo a él y otros dos de sus guerreros— dice Alena al mismo tiempo que le indica a Beta Igor que extienda las prendas que guardaban en un morral de cuero impermeable, que ya se habían utilizado por los licántropos desaparecidos.
En ese momento Varya huele cada una de las prendas.
— Perfecto, ya tengo el olor.
— Imagino que tú eres la rastreadora.— Cuestiona Alena con un tono de voz cautivador.
La joven de la coleta larga y dominante asiente.
— Entonces Valen eres la guerrera.
— Así es— Declara la chica de cabello corto al mismo tiempo que muestra la espada enorme que tenía colgando detrás en