—Doctora Torres, ¿puedes dejar de burlarte de mí?
Xavier sonrió amargamente al enfrentarse a Teresa que se acercaba directo hacia él.
—Guapo, ¡yo no estoy burlándome de ti en lo absoluto! Estoy siendo completamente seria —dijo Teresa con una sonrisa muy encantadora y con sus ojos llenos de picardía.