¡Pam!
Se escuchó el sonido nítido de una bofetada.
La sonrisa en el rostro de Quico se detuvo abruptamente.
—¿Tú… te atreves a golpearme? —miró incrédulo a Xavier.
Este tipo débil e incompetente, ¿se atrevía realmente a golpearlo?
—El golpe que te di antes fue fue suave. Dado que tu madre no te ense