—Regresando a tu empresa?

Triana parecía escuchar la broma del siglo, mirando a Xavier con disgusto. —¿Quieres que te lo diga? Este es Grupo Llano, el principal grupo en la ciudad Santavilla, ¡con un valor de mercado de cuatrocientos millones!

—¿Y qué?

Xavier miró a Triana con indiferencia.

—¿Es que no puedes dejar de aparentar para vivir?

Al ver la aparente calma de Xavier, Triana se enfureció.

Xavier frunció el ceño.

¿Cómo no se había dado cuenta antes de que Triana era una mujer de tan baja calidad?

—Ya está, Triana, no vale la pena enojarse por alguien así.

Intervino Uriel: —Déjalo, que él siga con su orgullo. Además, ahora eres una de los diez empresarios destacados de la ciudad Santavilla, él estará demasiado celoso de ti.

Mientras hablaba, le lanzó una mirada despectiva a Xavier.

Este tipo de persona ni siquiera merecía su atención.

—Xavier, toma ejemplo del señor Zamora, ¡aprende un poco de la elegancia de los demás! —dijo Triana en dirección a Xavier.

Xavier no quería ocuparse de esta mujer y se disponía a alejarse de ellos y dirigirse hacia la empresa.

—¡Espera! —gritó Triana, deteniendo a Xavier.

—¿Hay algo más que quieres decir? —frunció el ceño Xavier mientras miraba a Triana.

—Se trata de la compensación por el divorcio, ¡aún no hemos resuelto ese asunto! —dijo Triana fríamente.

—No necesito compensación, solo quiero el divorcio. No te preocupes, no volveré a molestarte —dijo Xavier mientras se disponía a irse.

—¿Compensación para ti? ¡¿Te has vuelto loco?! —Triana se rió con ira.

—Entonces, ¿qué insinúas? —Xavier detuvo sus pasos y miró fríamente a Triana.

—¡Estoy diciendo que me debes indemnizar por las pérdidas emocionales que sufrí durante estos cinco años de matrimonio!

—¿Pérdidas emocionales causadas por mí? —Xavier se sorprendió por un momento y luego no pudo evitar reírse—. ¿Tú fuiste quien tuvo una aventura y ahora esperas que te compense por las pérdidas emocionales? Triana, si no funciona como matrimonio, al menos conservemos la amistad, ¿ahora ya has llegado a este punto de insensibilidad?

—¿Matrimonio? ¿Tú también tienes derecho a hablar de eso?

Triana miraba a Xavier con burlona y le dijo: —En serio, ahora me dan náuseas cada vez que te veo. ¡No puedo creer que seas una persona tan retorcida!

—¿Cómo que soy retorcido? —frunció el ceño Xavier.

—Tú dirás, ¿qué pasa con esas cartas de amor? —preguntó Triana.

La mirada de Xavier cambió, ¿había encontrado Triana las cartas de amor?

Entonces, ella probablemente también había visto el prendedor.

¿Cómo podía ser tan indiferente?

A pesar de no querer explicar, Xavier aún dijo: —Las cartas de amor que mencionaste son todas autenticas.

—¡Tonterías! —exclamó Triana furiosa—: ¿Quién te crees que eres para hacer que princesas y reinas te escriban cartas de amor? Antes de mirar la paja en el ojo ajeno, ¡quita la viga de tu propio ojo!

—¿Triana, en serio? —preguntó Uriel, pareciendo asombrado.

—Exacto, Uriel. Este tipo ha estado creando un montón de cartas de amor falsas a escondidas y ni siquiera sé de dónde sacó un prendedor para chica. ¡Es realmente asqueroso!

—¡Jajaja! —Uriel estalló en una gran carcajada y dio un golpecito en el hombro de Xavier, diciéndole—: Hermano, eres realmente impresionante. ¡Te admiro de verdad!

Xavier no dijo nada, su expresión se volvió cada vez más sombría.

Miró a Triana y preguntó: —¿Es necesario que manches mi reputación de esta manera después de divorciarnos?

—¿Manchar tu reputación? ¿Quién te crees que eres para pensar que quiero mancharte? Si no hubieras hecho esas cosas, ¿por qué tendría que preocuparte por lo que diga?

—Sobre las cartas de amor, ya te he dado una explicación. En cuanto al prendedor, ¿acaso no es tuyo?

¡Qué tonterías! ¡El prendedor mío siempre ha estado en mi cajón! Dime, ¿de dónde rayos sacaste ese? ¿Lo robaste de mi amiga íntima?

—¿Tu amiga? —Exclamó Xavier, con la mente hecha un lío.

¿Acaso había estado equivocado todos estos años?