Se subió la capucha empapada sobre la cabeza, el agua se colaba por su uniforme y el viento le hacía tiritar con escalofríos, lo ignoró. Ajustó sus protecciones y descalzó su arco del cuerpo, iría al frente y se mezclaría con otro escuadrón lejos del suboficial, confiando en que en el caos del fragor de la batalla nadie pudiese verlo.
Pasó por debajo de la plataforma ignorando a los múltiples heridos que se encontraban allí, cruzó hacia la retaguardia buscando atentamente algún escuadrón de Cazadores que terminara su descanso y le tocara la rotación. No alcanzó a ver ninguno en las inmediaciones, pero si vió a un grupo de Infantes que se calzaban los cascos y recargaban sus fusiles de asalto. ¿Se darían cuenta con tanta lluvia, viento, Infectados y movimiento de tropas