Silvia se apartó con gran rapidez de él. Julio se sorprendió muchísimo, pero luego le dijo con una voz muy suave:
—Estoy bien. ¿Realmente, estás loca por sentarte aquí toda la noche?
Ayer le pidió a Adrian que trajera a Silvia adentro, pero ella se negó en lo absoluto.
Esa voz tan suave suya hizo q