No sabía si fue para no decepcionar a Silvia, pero al final Julio la sacó a pasear.
Esa noche, la lluvia finalmente se detuvo. Una luna llena colgaba en el cielo, y su luz se derramaba con suavidad.
Julio llegó al pequeño estanque según la indicación de Silvia; para ser exactos, ahora se había conve