Al regresar a la vieja casa, Nadia le pidió a Silvia que lo pensara muy bien y no se apresurara a rechazarla.
—Después de todo, tú y yo sabemos que la familia Orellana ha caído en completa desgracia. ¿De dónde vas a sacar ingresos fijos siendo una mujer divorciada?
Silvia se encontraba en el balcón