El silencio reinaba en el entorno por completo, sólo interrumpido por el susurro de las hojas al ser arrulladas por el viento.
Silvia miraba fijamente el rostro de Julio, tan familiar como siempre, sin saber cómo empezar. Al final, sólo pudo decir:
—Lo siento muchísimo, ahora mismo creo que...
Pero