Su apariencia era muy diferente de cómo Luxion la recordaba. Incluso el aura que la rodeaba era esplendorosa. Digna de una mujer. El plan ya estaba hecho. Esperaban su salida y antes de que subiera al carruaje la detendría. Al verla salir Luxion rápidamente gritó y corrió.
Luxion - ¡quédate aquí! – dijo a Shely.
Shely no tuvo tiempo de reaccionar, cuando Luxion ya iba tras la señora. Parándose frente a la puerta del carruaje impidiendo la entrada le dedicó una mirada fija a la señora.
Al verlo, la primera expresión fue enojo y fastidio. ¿quién se atrevía a detenerla? Nadie era tan audaz. El guardia de la puerta, tanto como el conductor se acercaron enojados. El guardia ya había levantado una mano para agarrarlo por el hombro, cuando l