El ambiente tenso y la percepción de ser observada en todo momento no dejó de sentirla a medida que avanzó en la clínica a donde se dirigieron.
Valentina contaba siempre con gran fortaleza, pero en ese instante todo desapareció, con cada pie que se adentró cada vez más, solo pudo escuchar su corazón bombeando a una velocidad que la hizo temer a que estallara de un momento a otro.
Ideas inclementes. Pensamientos arrasadores.
No pudo saber que era lo que en verdad sentía, pero sí entendió lo aturdida que podía dejarla si no tomaba medidas.
Quedó frente a la puerta y tomó una bocanada de aire, puso su cabello atrás de las orejas y caminó adentro de la habitación cuando Adrián abrió la puerta para ella. Ahí se encontraba el hombre de traje celeste, lentes transparentes y guantes cubriendo sus manos. Los saludó en cuanto los vio y ella correspondió como pudo para no ser una maleducada, aunque en ese instante lo menos que quiso saber era si perdía modales con alguien.
__ Tomé una muestr