El resto de día estuve muy pensativo por lo que me había dicho mi madre. No encontré como decirle a Jane sobre Fiorella y el bebé, pues tengo algo de miedo al ver su reacción; sus pesadillas con esa mujer son cada día más fuertes y constantes. Estando recostado en la cama con los ojos cerrados, sentí su cuerpo hundir el colchón a mi lado. Dante está completamente dormido en su cuna.
—¿Estas bien, mi amor? — me giré hacia ella abriendo los ojos —. Has estado algo perdido hoy, incluso en la cena no lanzaste tus palabras. ¿Ocurre algo?.—Estoy un poco cansado, princesa — desvió la mirada dándose la vuelta, y la tomé en mis brazos abrazándola fuertemente —. Y en respuesta a tu pregunta, sí, ocurrió algo, pero no sé cómo lo tomes.—Si lo dices de esa manera tan se