En estos días estuve ayudando a Ciel a cuidar de Cius, no sería tan cansado si Cius cooperara más, pero no deja que lo ayuden y siempre está pensando en el trabajo.
También me entere que la “medicina” que toma, una tal Rais de un árbol, lo hace estar más platicador y abierto, a veces se pasa de cursi, pero me gusta.
Por las tardes lo acompaño a dar paseos, aprovechamos de platicar un poco sin que Ciel este presente, es un buen cambio de aires.
-Espérame!- Le digo a Cius que ya está en la puerta – Nomas me hago una trenza y ya-
Sigo batallando con mi cabello, siento que no me queda como quiero, especialmente porque no hay ni un espejo en todo el primer piso de la casa.
-Ciel! ¡Ayúdame! Cius me espera! -
-Como eres llorona niña- Con casi la misma agilidad que Emily, me hace una trenza perfecta.
-Gracias! Siempre tan linda! - No somos las mejores amigas aun, pero creo que ya no me odia y ni yo a ella.
-Simple- Me responde y se retira para continuar con sus deberes.
-Lista! - Cius