~Hace mucho tiempo~
-¡Giselle! ¡Baja de ahí! ¡Niña traviesa!
La madre que gritaba preocupada a una Giselle niña de apenas unos 10 años de edad temía que se cayera de la gran altura del árbol y pudiera herirse. Allí en el campo apenas y disponían de un curandero que pudiera revisar alguna lesión.
La luz del sol de la mañana colándose entre las hojas del gran árbol jugaba con luces y sombras entre el cabello rojo de la pequeña. Apenas le llegaba a los hombros por gusto de la madre que odiaba desenredar un cabello demasiado largo.
Giselle escuchó las quejas de su madre y con un suspiro de aburrimiento saltó de la rama más alta donde estaba encaramada hacia una rama más baja logrando que su mamá invocara a la Santísima Virgen.
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