Te extraño cuando las luces se apagan porque estas iluminan mis dudas tira de mí, abrázame fuerte no me sueltes, cariño, dame luz.

—Buenos días dormilona. ¡Cuánto tiempo!—exclamó con felicidad un hombre mientras yo ni siquiera puedo entreabrir los ojos por el foco que hay alumbrándome en medio de la habitación totalmente oscura, cuando por fin lo hago, siento que prácticamente no me queda saliva, te