— señor Gambino le tengo excelentes noticias — Le dije emocionada
— Ya las se señorita Russo así que felicidades sabía que podía confiar en ustedes, por cierto señorita Russo el señor Miller desea verla en su oficina — asentí — Buena suerte
— Voy enseguida.
Salí de la oficina de mi jefe para ir a la de Enzo. Subí ascensor este me llevo hasta su piso, saludé a la secretaria quién me saludo y no me dijo nada supongo que ella le aviso a mi jefe.
Toque la puerta
— Adelante
— ¿Querías verme?— Pregunté entrando a su oficina el sonrió al ver que era yo
— Si, Ven. Acércate a mí, se que hoy llegamos juntos pero no te imaginas cuánto te he extrañado toda la mañana — Sonreí ante sus palabras
No abrazamos y enseguida nos besamos, cada día se vuelven más adictivos sus besos.
Se que apenas anoche fue que nos hicimos novios de verdad pero no puedo evitar sentirme así
— Me paso algo muy emocionante el día de hoy — Le dije una vez que dejamos de besarnos.
Caminamos hasta el sofá negro
— ¿Qué fue