Luisa
La noche del baile
¡Lo sabía! ¡Lo sabía! Debí correr a Teresa desde el momento que le dije que se fuera a visitar su casa en otro lado, pero no, tenía que esperar a que hiciera algo que afectara a las personas que amo y sobre todo a ponerme en evidencia.
Esquivando a todos los invitados y tratando de que nadie se dé cuenta de lo que pasa en la entrada, atravieso el salón lo más rápido que me deja mi vestido y cuando por fin llego en frente de ellos Salma abre los ojos y con una furia en su mirada que jamás había visto me señala.
—¡Tú!― Grita furiosa y no sé porqué le doy la razón.
―Le pedimos no señale de esa manera a la marquesa.― Habla uno de los guardias que cuida la entrada.
¿Listos para la boda? AnaMartinez