Capítulo 43: Fuerte
Antonio desvió la mirada y se puso nervioso al escuchar esa declaración.
- Si… eso pensé.
- No espera… Erika eso no…
- ¿No, qué?
- Yo te lo pido por nosotros, no por tu familia.
- ¿Nosotros? – preguntó arqueando una ceja.
- Si, porque… nosotros podemos tener algo especial.
- No, gracias.
- Que… - Antonio estaba asombrado al escuchar esa respuesta rápida.
- No quiero tener nada especial contigo y de hecho, te agradezco que jamás me tocaste porque me ahorraste el problema de inventar excusas para no acabar en tu cama.
- Tú…
- Porque… si lo pones en una balanza, tú eres el asqueroso promiscuo que podría tener alguna enfermedad gracias a tus actividades locas y desenfrenadas con tu amiguito de abajo – dijo haciendo una mueca.
- … - Antonio se sonrojo y tembló de rabia, porque nadie le había hablado de esa manera – E… Erika tú…
- ¿Dije mentiras?
- Claro que sí, PORQUE TÚ ERES LA PUTA QUE SE METE CON TODOS Y…
- ¿Y qué?
- Que…
- Aja, soy una puta y no sé qué más, pero ¿y?