«Buenos días Sebastián, sé que es muy temprano, pero quería desearte un feliz cumpleaños»
«Gracias Liza, pero estoy en casa porque no me lo dices en persona »
«Baja, estoy en la cocina»
Son las 5 de la mañana, es de madrugada todavía.
Decido a bajar y me lo encuentro en ropa deportiva y tomando algún batido o algo así.
El me sonríe al verme entrar.
- Hola, buenos días - le digo en voz baja y la verdad tengo sueño todavía.
- Buen día - esta muy sonriente - no puedo creer que te haya hecho levantar tan temprano -
- Bueno la ocasión lo amerita - me acerco a él y sin pensarlo dos veces lo abrazo por su cintura - Felíz cumpleaños - le digo en voz baja, se siente bien cuando casi de inmediato me recibe también en sus brazos, me acaricia el cabello y estoy con mi cabeza apoyada en su pecho.
- Muchas gracias Liza, a buena hora he secado mi sudor - me dice divertido.
- Mmm, no me hubiera importado tampoco - me alejo de él y el abrazo culmina, me observa con sorpresa.
- Quiere decir que no t