Camila se está volviendo loca, que digo loca, loquisima, desquiciada, jamás había visto a alguien gastar tanto en una tienda para fiestas, lleva desde lo mas sencillo hasta lo mas complejo y artificioso ¿Dónde piensa colocar globos dorados de animales? O ¿Porque necesita tantas bombonas de helio? La veo preguntando por algo y debo detenerla antes que nos quiera incendiar a todos.
- Camila ¿Juegos artificiales? ¿En serio? -
- Si, que tiene -.
- Eso esta prohibido Camila en zonas residenciales -.
- ¿Que?- voltea a ver a la dueña de la tienda que estaba a punto de llamar a una distribuidora de juegos artificiales de luces chinas o algo asi.
- Si, creo que la señorita tiene razón ¿Hago la llamada o no? - le dice seria. Tengo que interferir.
- No será necesario, gracias- le digo en tono amable. Es mi momento de hablar de lo que su hermano quiere.
Salimos de la tienda y se encargan de llevar todo a casa, nosotras seguimos viendo otras tiendas.
- Estoy cansada, me duele el pie, vamos a tomar