-Liza, despierta, estás bien?- Sebastián tiene sus manos en mi cara, esta muy cerca.
-Si, estoy bien-.
-Tenias una pesadilla creo- dirige sus manos a mis manos- relaja tus manos, puedes hacerte daño- no habia notado que las tenia en puño.
-Ohh- suspiro y cierro mis ojos, no no fue un mal sueño y el llanto empieza, empieza en el momento que recuerdo la razón del por que estoy en este hospital, y mi vientre empieza a doler. Sin querer toco mi vientre, cierro mis ojos y siento como Sebastián me abraza.
-Todo estará bien Liza- me lo dice en un tono de voz muy bajo.
Una doctora entra a la habitación y nos dice que podemos irnos, me da varias indicaciones y nos dice que abajo esta el papeleo que debo firmar.
Sebastián ayuda a vestirme, y noto como hace el intento de no observar mi cuerpo, aunque estoy avergonzada lo unico que quiero es salir de aqui, y estar en un lugar que me haga sentir cómoda y segura y ese lugar en la casa de Sebastián.
Luego de una hora vamos camino a casa en el auto,