Algunos bailan, otros toman y yo pues tomar y ver a mi hermana divertirse con Ambert. Estás dos no pueden ser amiga. Ambert no es muy buena que digamos.
Se susurran y ríen mientras me miran.
Mi celular vibra en mis bolsillos y me voy lejos para contestar.
Hazel.
No se como ya decirle que lo nuestro terminó, me trae harto. Lo peor de todo es que se está ligando con personas peligrosas, vinculadas a la mafia. Hace unos meses tuve problemas con Arturo y él es bastante peligroso. Sin contar que no tiene piedad.
Rechazo la llamada y me giro encontrándome con una Flor muy coqueta.
De tal palo tal astilla. Su madre es igual o peor de resbaloza.
—¿Necesitas algo? —pregunto guardando mi celular.
—Solo un favor —dice jugando con un mechón de su pelo.
—¿Qué? —pregunto seco.