Locura de amor parte 1

Marie contó todo a la familia de Dafne y la madre de esta decidió que ya no habría más salidas para su hija; el padre estuvo de acuerdo y a partir de esa misma tarde iba a comenzar a recibir las visitas del joven Harvey. Pero Dafne no estaba dispuesta a seguir un matrimonio por conveniencia, ni estaba dispuesta a fallar en su cita en la estación de trenes con Gastón. Aquella mañana de septiembre, Dafne se levantó muy temprano y baja al salón donde estaba su padre a solas con una taza de café y un dulce de merengue.

_Buenos días, padre,_ ella, se acercó para darle un beso en la mejilla; su padre lo recibió sin mirarla ni emitir palabra.

_ Dafne, Marie nos contó que ayer en el cumpleaños de Inés le regalaste una flor a ese muchacho como declarándote ¿es así? _ ella se sentó a su lado y se sinceró con él gracias al momento a solas

_ Padre, yo no me quiero casar con el joven Harvey, mi conexión emocional es con Gastón.

_ Ese chico no te conviene, hija, soy tu padre y yo decido quien es el mejor partido para ti; con Robert, vas a tener todas las comodidades, tu familia va a quedar en un lugar de privilegio, respecto a otras familias de la ciudad, y además te irás a Iquique, con viajes a Londres regularmente ¿Qué más quieres Dafne?

_Amor, papá, yo me enamoré de Gastón_ Gustavo suspiró cansado y replicó:

_ Tu no puedes estar enamorada de ese chico, si apenas se conocen, el amor viene después Dafne, con el tiempo y tú estás muy chica para saber lo que es realmente el amor, apenas vas a cumplir 16 años en un par de días.

_ Pero, ¿por qué no puedo elegir mi novio? _ su intransigente padre, ya se había cansado de la discusión, por lo que finalmente terminó alterándose.

_ ¡Porque esa decisión no está en tus manos, hija! Y si llegas a hacer una locura, que te quede claro que pierdes a tu familia para siempre.

_No creo que pierda demasiado,_ respondió ella con lágrimas en los ojos, y se fue corriendo a su habitación. Por el camino se encontró con su madre, que quiso reprenderla, pero al ver su rostro con lágrimas supo que esa labor ya había sido hecha por su marido.

Al llegar a su habitación, Dafne se secó las lágrimas, tomó su diario de vida y comenzó a escribir.

01/septiembre de 1909

Las cosas han salido de control en mi vida, nunca como hoy, me sentí tan inútil respecto a mis propias decisiones. Era consciente que muchas de mis amistades habían sido dadas en matrimonio con hombres a quienes apenas conocían, pero tenían que hacerlo, por mantener el estatus y la posición económica, pero yo siempre albergué la esperanza de que conmigo fueran distintos, pensé que mi padre me entendería, como hasta ahora lo había hecho, pero no sucedió, me gritó y me obligó a ser la prometida de alguien que me provoca hastío e indiferencia; cuando recuerdo su olor a colonia inglesa y a salitre me dan ganas de salir corriendo. Jamás uniré mi vida a ese ser, jamás iré en contra de mis sentimientos, y lo que siento por Gastón es tan grande, que nuestro amor será capaz de vencer todas las barreras. Incluso la objeción de mi padre.

La muchacha guardó su cuaderno en el escondite que tenía en su habitación, reunió agua en una fuente para lavar su cuerpo, con agua perfumada de rosas, y un toque de alcohol para la zona de las axilas, por sus piernas y espalda, usaba un aceite de caléndula; para sus pechos y cuello, esparció talco de polvo de maderas; lo mismo para su suave rostro; además maquillaba sus ojos con delineador a base de carbón, se sentía joven, perfumada, hermosa y llena de ilusiones; a las cuatro de la tarde vería al gran amor de su vida y nada más importaba. No tenía ni siquiera ganas de tomar desayuno, pero en vista de que Rosita subía a tocar su puerta con una bandeja con té de hierbas, tostadas con mantequilla y jamón de pierna de cerdo, traído directamente del campo de sus padres, ella aceptó comer y quedarse un momento a conversar con Rosita en su dormitorio.

_¿cómo está Juan Rosita?

_Ahí está mi viejo, medios tristones, andamos por la decisión que tomó su papi de mandarlo a hacer las labores del campo,_ una sombra pasó por el rostro de Dafne, no me ponga esa cara, mi chiquilla, si no es culpa suya, el patrón ya lo tenía decidido de antes, si mi viejo no iba a manejar uno de esos carros con motor nunca

_pero si yo iba a enseñarle, Rosita, se lo pedí tanto a mi papá, tiene que creerme, me siento tan culpable,_ la mujer rodeó la espalda de la chica con su brazo, dándole una palmadita, para agregar:

_No se preocupe mi niña, Juan, y yo sabemos que no fue por usted lo que su papi hizo, él hizo lo que creyó mejor para su imagen de hombre importante, y por eso tomó a otro chofer y punto; y ahora cómase luego ese pancito, que apenas le ha dado una mascada toda piñufla. Ella volvió a su desayuno, y después puso su cabeza en el hombro de Rosita: _ te quiero Rosita,_ yo también mi niña, yo también fue la respuesta de su empleada, que más que eso, era el único amor materno que la joven había tenido en su vida.

_ Bueno, si no va a comer más, yo me llevo la bandeja que su mami me debe estar buscando ya para ver lo del almuerzo.

_Gracias, puede llevársela_ Rosita toma la bandeja y se retira de la habitación.

Dafne toma su cuaderno y comienza a escribirle una carta a su amigo Vicente

Mi muy querido amigo

Como extraño verte en estos días; hablar contigo de poesía y de amor. Debo confesarte algo que es muy importante, y es que estoy enamorada, perdidamente, de Gastón Balmaceda; juntos nos hemos besado hasta el punto de la excitación más erótica que puedas imaginar, y no fue como nuestro dulce beso de amigos de hace algunos años ¿recuerdas? Para ambos había sido el primer beso de amor, de esos que describen los más osados poetas. Aun recuerdo el sabor de tu saliva, querido amigo, mezclándose con el mío; ambos estábamos salados de tanto tirarnos en las olas del mar de Cartagena; ambos queríamos saber lo que era un beso de amor verdadero y créeme amigo, que eso es lo que yo siento por ti, amor verdadero,  pero de amistad. Una amistad inquebrantable, que hemos formado como compañeros de lucha poética en este mundo de enferma realidad. Pero lo que siento por Gastón es amor y deseo puro, cuando estoy cerca de él mi corazón se acelera y busca la proximidad. Necesito su amor como la sangre en mis venas y estoy decidida a casarme con él a escondidas de mis padres si es necesario. Me he enamorado por primera vez amigo del alma, y quiero que lo sepas por mí y no por el escándalo que se esparcirá pronto entre nuestras familias. Muy pronto tendrás noticias mías y nos reuniremos a conversar.

Siempre tuya, Dafne.

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