Cinco minutos después, un coche apareció ante la casa.
En él iban Mark y Dave.
-¡Guau, qué casa!- exclamó anonadado Mark.
-Muy… grande ¿No?- repuso Dave.
Mark aparcó y le miró.
-¿Perteneces a los ricos?-
-Uhum, yo diría que…un poquito sí-
El moreno tragó saliva.
-Yo no soy rico-
-¿Y qué?- se extrañó Dave.
-¿Y si no les caigo bien o no ven con buenos ojos que…un mediocre esté contigo?-
-Uno de mis tíos es federal y su esposo policía y si me apuras mi cuñado es de lo más mediocre-
Mentira.
Derek tenía una fortuna y Gideon también estaba forrado.
Pero le haría creer que eran gente corriente y pudiente.
Mark asintió al tiempo que tambori