— Deberías casarte con él, lo más rápido posible — Digo sin pensar. En realidad, si he pensado en él, sería genial que se estableciera en serio con alguien y de paso me dejara tranquila.
— Estoy casado contigo, tontita y esperamos un bebé — Vico, lleva sus manos a mi vientre y reacciono empujándolo y alejándome.
— Me tengo que ir — Quiero mucho a Vico, es mi mejor amigo y extraño nuestra complicidad. Sin embargo, por ahora no creo que las cosas mejoren entre los dos.
— Julián me ha dejado — Me detengo en mitad de camino a mi habitación.
— ¿Qué ha pasado? — Me vuelvo y observo a Vico limpiándose las lágrimas.
— ¡Milo! Milo ha pasado. No sabes como empiezo a detestarlo — Mi espalda se tensa al escucharlo hablar de esa manera del padre de mi hijo — Julián quiere que deje en paz a Milo y que me separe de ti, pero no puedo hacerlo Awa — habla con la voz entrecortada.
Se acerca a mí y toma mis manos entre las suyas.
— No es un c