Capítulo 17. ¿Acaso usted está en venta?
- ¡Danos a tu mujer, la queremos a ella! – Augusto, se colocó delante de Valentina, la forma en que la miraban lo asqueaba. – Si no la entregas por las buenas, la tomaremos por las malas. Esto estaba mal, el parqueadero estaba quedando solo y estos imbéciles se estaban aprovechando de esta situación. Así que intentaron tomar por las malas a Valentina y los golpes de ellos hacia el Dr. No se hicieron esperar, Augusto se defendió y rápidamente abrió la puerta de su auto y le dijo que entrara, el nerviosismo de ella aumentaba y más ahora que él, se estaba enfrentando a 5 maleantes.
La forma más fácil de ahuyentar este tipo de gente, fue sacando su arma que siempre cargaba, dos disparos, dos heridos para que huyeran despavoridos. Valentina, al escuchar los disparos, gritó y esperando lo peor, se preparó para golpear a quien se atreviera a entrar en el auto, con tan mala suerte para el Dr. Que, un certero golpe en uno de sus ojos le propinara ella.
- ¡Dios, me vas a matar! - El Dr. Se acom