CAPÍTULO CUATRO: LA MEJOR DE TODAS
En la casa Paraíso, perteneciente a los Ferrer y que era donde vivía la familia entera, estaba el señor Ferrer. Nueve de la noche y su secretario no llegaba. En su escritorio la misma foto de aquella mujer seguía junto con las fotos de dos niñas más, no había nada de diferente en ellas, eran gemelas y al final, solo una había quedado.
La puerta de su despacho fue tocada.
—Adelante —el señor Ferrer dejando entrar a la persona que seguramente, ya venía con respuestas.
La verdad era que había pensado mucho la situación que aquejaba a los inversionistas, la única manera en que Yahir sería el nieto que él quería que fuera era con un matrimonio de por medio. Mucha gente cambiaba después del matrimonio y sabía, quería tener la certeza de que eso le iba a pasar a su nieto tan pronto como viera que su hijo iba a necesitar de él y no solo, viera que su hijo necesitaba lo mejor hasta que entendiera que dejarle lo mejor era la meta.
—Señor Ferrer —llamó el homb