CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO: UN CAMBIO A LA VIDA
Mientras ellos se quedaron mirando.
Rodrigo recordó lo que en realidad tenía que hacer y por que realmente la había sacando de esa casa.
-Aún tenemos un poco de tiempo asi que puedes tomarte tu tiempo. No se cuando pueda volver a traerte así que es mejor aprovechar cada segundo.
Maria Eugenia sonrió y supo que en las circunstancias en las que estaba viviendo cada segundo era importante. El señor Ferrer no la había llevado a la iglesia desde que se la llevó en cambio Rodrigo lo hizo tal vez y en esa casa existía alguien que la podía ayudar a escapar de esa vida pero no quería hacerse ilusiones.
-Bien. Por cierto muchas gracias por traerme aquí eso me hace feliz- Le agradeció con una sonrisa.
-No puedes perder tiempo volveré por ti en 30 minutos.- Ignorando su sonrisa siguió hablando.
-¡Entonces es mejor que me apresure Billy vamos!.
Billy ladró para ir corriendo detrás de ella. Incluso el era feliz de estar nuevamente en ese lugar y no