Algún tiempo después…
–¿Habrá posibilidad de que te apartes de esas pantallas para que asistas a tu fiesta de cumpleaños? –le preguntaba Alanna a su hijo, quien, ya vestido, había vuelto a tomar asiento en su salón tecnológico.
–¿Cómo me veo mamita? –quiso saber Erin, entrand