Sofía.
Siento que el sol me golpea el rostro y me ase abrir los ojos en contra de mi voluntad, miro con pereza la ventana por donde entra la luz del sol, siento una leve molestia en la cintura y recuerdo todo lo que hice anoche llenándome de vergüenza, me siento en la pequeña cama y miro con mucha pena a William que esta dormido a mi lado, mis ojos viajan a su pecho firme y miro cerca de su cuello un pequeño moretón que le deje anoche pero como diablos supe como hacer eso, hay dios pero como caí en la tentación le prometí a mi abuela llegar casta al matrimonio que diría de mi si estuviera viva y pasara la noche en otro lugar que no fuera mi casa ya me estaría gritando y señalando con el dedo pero que estoy pensando debería de tomar mis cosas e irme de aquí antes de que me descubran de seguro Rosa ya me debe de estar buscando hay que mentira le inventare, siento que William se mueve a mi espalda y me abraza por detrás recargando su cabeza en mi hombro.
-buenos días mi bella dama.
Mie