Sofía. Este día a sido tranquilo y me entere de un rumor que corre por el palacio principal al parecer William esta en una relación con una mujer que se llama Freya, a mi ver solo debe de estar jugando con ella como con todas las demás, no hemos sido invitadas a ninguna fiesta de té o algo por estilo, pude terminar de moler algunas hiervas medicinales que ayudarían en un posible envenenamiento futuro siempre hay que estar prevenida además el otro día mire en el jardín trasero unas flores que si las mezcló con raíz de diente de león puedo producir un polvo que provoca una irritación horrible sería mucho más eficaz si pudiera encontrar un hongo de color rojo que suele crecer en madera podrida pero no creo que encuentre eso aquí, voy al jardín trasero con una cesta para recogerlas, tenia tiempo de no estar aquí afuera recibiendo el cálido abrazo del sol me siento tan en calma que bajo la guardia y comienzo a tararear una vieja canción que me enseñó mi abuela, estoy tan concentrada en re
William. Espero con ansias a que Sofía salga del salón de la emperatriz, es algo tan extraño, tan fuera de lo común que la emperatriz pidiera una audiencia con Sofía que es una simple plebeya, no mentiré estoy un poco preocupado porque haya descubierto nuestra pequeña mentira pero debo de mantener la calma tal ves sea solo una consulta, cuando por fin sale Sofía la veo que esta demasiado pensativa y camina por el pasillo sin alzar la mirada ni percatarse de nada a su alrededor, la llamo un par de veces por su nombre pero no me presta atención tengo que apresurarme y tomarla de la mano para detenerla ya que se está acercando a las escaleras, Sofía voltea a verme muy sorprendida para después cambiar a una mueca de molestia, se suelta de mi agarre con suaviza.-señorita Roos podrías decir que está pasando por su mente y le tiene tan absorta que ni siquiera respondiste a mis llamados.-lo siento solo estaba meditando lo que me dijo la emperatriz.-¿ podría saber que fue lo que te digo ?
Sofía.Al ir de regreso al palacio de Rosa siendo acompañada por William nos encontramos con una mujer que por unos momentos me mira con desprecio, se me ase conocida de algún lado pero no recuerdo muy bien de donde pero no creo que sea nada malo no e tenido mucho contacto con los demás habitantes de este lugar, al llegar a la entrada del palacio de Rosa William me mira con una sonrisa tonta, este de que se ríe.-señorita Roos siempre que nos vemos obtiene algo de mi y creo que ya es hora que devuelvan mi generosidad de alguna manera.Esta loco si cree que le daré algo, se muy bien lo que quiere y conmigo no lo obtendrá jamás, es un pervertido pero no le puedo decir lo que pienso, le doy una sonrisa y se me ocurre que le puedo dar a cambio de sus favores.-le podría hacer una fragancia dulce que le agrade a las damas.William me mira de forma dulce y se inclina asta quedar frente a mi rostro, estira la mano y toma un mechón de mi cabello para acariciarlo suavemente, su cercanía ase qu
Sofía. Estos días Rosa me ha estado enseñando a bailar he progresado un poco pero mis movimientos siguen siendo rígidos, temo que el día del baile de máscaras haga el ridículo frente a todos y no dejo de pensar en las palabras que me dijo William, si ya se que es un manipulador porque me sigo sintiendo así cuando pienso en él o lo miro supongo que todavía estoy impresionada por que es el primer hombre guapo que se fija en mi. -Sofía llego una caja para ti. La voz de Rosa me saca de mis pensamientos y presto más atención a lo que pasa a mi alrededor recordando que estoy tomando el té en el jardín trasero. -¿ una caja para mi ? Una de las sirvientas deja en la mesa una bella caja de madera. -¿ quien la envío ? -el duque William. Escucho como Rosa se queja de forma nasal y mira la caja con desprecio para tomar un trago de su taza, ahora que habrá enviado ese hombre, abro la caja para ver que me envió y abro los ojos con sorpresa al ver una hermosa máscara tipo antifaz de
William. Estos días han sido poco atareados se han logrado muchos acuerdos pero he estado cargando con todos yo solo y Diego ha sido una gran ayuda pero revisar cada uno y buscar alguna manera de sacar mayor provecho deseo que esto acabe pronto para ir a la campiña un tiempo a relajarme, termino de acomodar mis gemelos, me aseguro que mi atuendo este en orden, acomodo un cabello rebelde detrás de mi oreja y mi vista viaja directamente a la hoja que esta en mi buró, hoy el joyero ha traído un boceto de los anillos que le solicité, el de mujer es delicado y hermoso y el de varon es complementario al de mujer me parecen perfectos pero mi petición ha llegado a oídos de mi hermano que no perdió el tiempo en mandarme llamar e interrogarme sobre los anillos y recordarme que debo de mantenerme soltero para que todos nuestros planes funcionen, las mujeres no se sienten atraídos por un hombre casado o por lo menos las más decentes, cómo desearía que mi hermano buscara otra manera de mantene
Sofía. No sé por qué me molestó escuchar a William mencionar a otras mujeres no debería de importarme pero es algo insultante que me compare con esas mujeres, intento disimular mi molestia lo mejor que puedo, el resto de la cena nos quedamos en silencio uno un poco incomodo, escucho una canción que conozco muy bien se toca en todos los bailes es un clásico, William se levanta de su silla y se acerca a mi, dios espero que no lo valla hacer, William estira la mano hacia mí y me mira con una sonrisa dulce. -señorita Roos me concederia este baile. Pienso un poco en si bailar con él o no, si bailo con él podrían comenzar a correr rumores sobre mi, mi mejor opción es rechazarlo de una manera sutil para no ofenderlo. -ya recuerdo usted no sabe bailar verdad, es mejor que nos quedemos aquí para que nadie se burle de sus pasos de baile. Me molestan las palabras de William y pican en mi orgullo, me levanto de la silla con decisión y lo tomo de la mano para caminar asía la puerta del saló
Sofía. Soy bendecida por la hermosa vista de los arbustos llenos de rosas rojas iluminadas por la luz de la luna, son pasillos y más pasillos perfectamente cuidados no miro ninguna rosa marchita, me tomo la libertad de acariciar una. -son tan bellas. -mande a plantar este laberinto ase mucho tiempo y en mis tiempos libres me dedico a cuidar de él. -debo de admitir que tiene un don con las plantas. -gracias, pocos saben de mi gusto por la jardinería y espero poder contar con su discreción. -duque William me ofende que piense que soy capas revelar sus secreto, ambos estamos metidos en esta mentira que cada ves se ase más grande. -descuide señorita Roos le aseguro que si seguimos mi plan ambos saldremos bien de esta. -¿ tiene un plan ? -claro desde el primer día. -que consuelo. Este hombre me sorprende cada ves que lo veo con su inteligencia y su descaro espero que de su plan salga limpia y principalmente con vida. -¿ puedo saber su plan ? -no. William me res
William. Siento que la cabeza me da vueltas, al abrir los ojos veo que estoy en el salón al lado de mi habitación, que paso y por que me duele el hombro, muevo la mano para querer tocarme y me doy cuenta que estoy sin camisa, los recuerdos de lo que paso me viene a la mente como una ola a las orillas del mar, ese bastardo lo are sufrir un calvario.-asta que despiertas.La voz de mi hermano me llama la atención y lo miro sentado a un lado de mi tomando lo que párese ser whisky, me incorporó con un poco de dolor y le quito el vaso de la mano para tomarme lo de un solo trago.-con calma que a penas despertaste.-dejame en paz, ¿ que hiciste con el enmascarado ?-esta en las mazmorras esperándote con calma pero debo decirte que sigue estando sin ver, su rostro esta muy rojo e hinchado.-lo iré a ver mas tarde.Me recargo en el respaldo del sillón y pienso en lo que paso, me percate que ese atacante iba por Sofía no por mi, me pregunto quien quera hacerle daño a una mujer tan dulce y her