Así se despedía Novalee de Ascot y de Londres. Le daba las gracias a su socio. Sólo quería regresar con su hijo. Su pequeño Arthur.
Novalee recordó que llegó a casa y no supo de Grayson en mucho tiempo, por lo que continuó con su vida tal cual como la llevaba. Dedicada a su rancho y a su hijo.
Es por eso que, ahora una reconciliación con Grayson parecía imposible. Había demasiadas heridas. Él nunca confió en ella. Siempre estuvo dispuesto a creer lo peor de ella y nunca valoró su amor y su entrega. Aunque, ella nunca quiso quitarle sus derechos de padre, se tuvo que alejar por su sanidad mental y emotiva.
Novalee salió a buscar a Grayson y al niño. Tenía hambre. Cuando llegó a la piscina, vio que había unas chicas alrededor del Capitán. Él estaba sentado en una silla y el niño jugaba con una pelota plástica en la piscina para niños.
Novalee se acercó y Arthur gritó.
-¡Mami! – Y co