-Yo creo que es mejor llevar a Arthur adentro. Ya comenzó a enfriar la noche – Grayson tomó el niño y ambos subieron a llevar a su cuarto.
Novalee le quitó los zapatos y arropo a Arthur, luego encendió una pequeña lamparita y se dio la vuelta saliendo de la habitación, respirando profundo y se dirigió a su propia habitación que estaba al lado de la de Arthur.
Novalee entró a su habitación y ya casi cerraba la puerta, cuando Grayson se lo impidió y entró en el cuarto.
-¿Qué estás haciendo? ¿Es que tú no respetas? – Dijo Novalee –
-Sí – Dijo mirando hacia la chimenea – Las noches aquí son frías ¿Verdad?
-Sí. ¿Y qué con eso? Yo te puse suficientes frazadas para que no pases frío – Dijo Novalee con las manos en la cintura –
-No entiendo bien lo que te sucede – Dijo Grayson – Y si me toca esperar, prefiero hacerlo aquí, junto a ti.
-¡Qué lástima que no pensaste así cuando Ashley te engatusaba! ¡Te fuiste! – Gritó Novalee –
-¡Y tú me ocultaste que teníamos un hijo! – Gritó Grayson –
Novale