La llamada fue atendida de inmediato.

"He vuelto", dijo Layla. "Acabo de hablar con papá".

No mencionó de qué habían hablado, pero Eric supo instintivamente a qué se refería.

"Papá no me permite estar contigo", dijo ella, escuchando la respiración del hombre. "Quizá no estemos hechos el uno para el otro, después de todo".

Eric no se sorprendió por el resultado, ya que lo había previsto.

"Sigue adelante con tu vida, y no pienses en cuándo aparecerá la persona adecuada. Puede que aparezca cuando menos te lo esperes", le dijo Eric para consolarla.

"Sí, pero ¿y tú? ¿Tu persona perfecta se ha estado ocultando porque la estás esperando?", dijo ella. "La señorita Raven parece simpática".

"Lo es. Le debo una cena", dijo él con calma.

Eric no tenía que casarse. Además, se había acostumbrado a estar solo.

"¿Te ha hecho un gran favor y eso es todo lo que haces?", se burló Layla. "¡Eres tan desagradecido!".

"Le debo una cena desde hace tiempo. Le debo un favor por su ayuda esta vez. Se l