"Mmm, no le preste demasiada atención. Ya no es una amenaza para usted. Solo se lo digo por si le molesta".

"Está bien". Elliot no se enfadaría por asuntos insignificantes.

Ese día era su boda con Avery. Desde la mañana, se sentía cada vez más relajado. Eso se debía a que la ceremonia había terminado. Todo había salido bien.

En ese momento, ya nadie podía perturbar su boda. En comparación con la boda anterior que había preparado, ésta fue mucho más tranquila.

"¿Está Avery durmiendo?”, preguntó Mike. "¿Cuándo piensan irse?".

"Compramos los boletos para esta noche. ¿Cuándo planeas irte a Bridgedale con Chad?", preguntó Elliot en respuesta.

"Por supuesto, nos iremos cuando ustedes regresen de su luna de miel. Si no, ¿crees que Avery no estaría preocupada por los niños?". Elliot quedó muy satisfecho con la respuesta de Mike.

"Gracias a los dos".

"Nunca te había visto tan educado. Sí que estás diferente ahora que eres todo un novio", se burló Mike. "Bien, por cierto, en el futuro,