La lesión parecía un poco aterradora a simple vista.

"Anoche me apliqué un poco de pomada. Era de color oscuro, por eso la lesión tiene un aspecto un poco aterrador". Avery le devolvió el teléfono a Elliot. "Ya no me duele tanto como ayer".

"Es mejor estar seguros e ir al hospital", insistió Elliot. "Es un inconveniente que te apliques la pomada tú misma en casa".

"No es inconveniente". Luego ofreció otra razón aleatoria: "Mi madre decía que da mala suerte empezar el año con una visita al hospital".

Elliot se quedó sin palabras y el médico también.

Por lo que recordaban, Avery también era médica. Le sorprendió que dijera algo tan supersticioso.

Un enfermo debía ir al hospital lo antes posible, sea cual sea la ocasión.

Sin embargo, Elliot no la cuestionó.

"¿Trajo alguna medicación?", le preguntó al médico.

El médico sacó inmediatamente la pomada que había llevado.

"¿Podrías tratar su hinchazón con eso, por favor?", dijo Elliot.

"Por supuesto", respondió el médico antes de vol