Había pasado casi una semana desde la llegada de Elliot a Ylore.

Gary le presentó a Elliot todas las empresas en las que estaba involucrado y, tras terminar con esto, llevó a Elliot a charlar mientras tomaban unas copas.

"No has contactado a nadie del país en los últimos días, ¿verdad?". Gary se refería a Avery.

"Perdí mi teléfono". Elliot levantó su copa y tomó un sorbo. "Ya te lo había dicho".

"Sí, lo recuerdo. Envié a algunos chicos a revisar la villa, y también envié a alguien al aeropuerto para buscarlo. Pero ninguno lo encontró", dijo Gary con franqueza. "Probablemente no lo trajiste en el avión".

"Estaba respondiendo a tu pregunta". Elliot bajó su copa y se quedó mirando el lejano cielo nocturno desde el balcón. "No pude contactar a nadie porque perdí mi teléfono".

"¡Ja, ja, ja! Si en realidad quisieras contactarlos, tendrías todo tipo de maneras para hacerlo incluso después de perder tu teléfono. ¿No te dije que envié a alguien para comprarte un teléfono nuevo? Estoy segu