Observando la expresión relajada de Leticia, Simón dijo pausadamente: —¿Crees que estoy matando a Lobo para salvarte?
—Lo sé, es que él estaba siendo demasiado arrogante — respondió Leticia con una gran sonrisa.
Simón preguntó: —¿Cómo es eso?
—Ese tipo, confiado en su alto nivel de cultivación, siempre actúa de manera bastante arrogante. Excepto por nuestro líder, no respeta a nadie más. Una persona así viene a tu territorio a causar problemas, y no puedes simplemente dejarlo pasar— explicó Leticia.
Simón sonrió y dijo: —¿Estás tan segura de que lo mataré?
—No estoy segura, pero como dije, no teníamos opciones. No podíamos huir y solo podemos dejarlo al destino— respondió Leticia con indiferencia.
Simón refunfuñó y dijo: —Sal de aquí inmediatamente, ¿entendido?
Después, la mirada de Simón recorrió los rostros de Agustín y otros.
En ese momento, Agustín yacía en el suelo, con heces y orina esparcidas por su cuerpo. Sus compañeros estaban amontonados, viendo la escena, acurrucados y t