Sophia permanecía sentada en silencio en una esquina de la sala observando la interacción de los hermanos, a su lado Dimitri se encontraba alerta por cualquier movimiento de la mujer visitante.
– ¿Te quedó claro Olivia? – interrogó el magnate de forma dura
– Si, maldición, si – grito resentida – Tengo claro que esa mujerzuela se ha vuelto tu centro de atención – le dedicó una breve mirada – Pero no estoy aquí por ella
– Claro que sí, has salido corriendo después de su llamada – la miró aún más molesto – O respetas a mi mujer o vas a terminas fuera en menos de cinco segundos
Olivia respiro profundo repetidas veces para tratar de serenarse
– He venido hasta aquí para tener una conversación con mi hermano, no para dar un espectáculo
– Iró