Como era normal para Galo, el busco limpiar y dejar el lugar como si nada, ya que ese sujeto trato de resistirse, pero fue porque Alessandro quiso divertirse más con ese sujeto empleándole una tortura psicológica, ya que NADIE… absolutamente NADIE que se atreviera a amenazar a su familia y vivía para contarlo.

Por su lado Horacio paso una tarde alegre con su pequeña nieta supervisando a los veterinarios que estaban revisando la salud de morena y sus pequeños.

- Melissa – en eso la pelinegra miro a su derecha y vio que Oliver se acercaba a ella para hablarle de algunas cosas en privado.

- Jeje entiendo, entonces aquí lo esperamos – dijo ella, cuando el termino de hablarle.

- Gracias Melissa, yo le dijo – indicó girándose para ir a buscar a su jefe.

- ¿Pasa algo? – pregunto Atenea.

- Alessandro se entretuvo arreglando lo de ese sujeto y por eso no es necesario ir por él al trabajo.

- Ah comprendo, ya quito la alarma de mi agenda – indico la castaña.

- Cierto suegrito ¿desea que mande po